El coste medio para adaptar un baño es de 2150 €. El precio puede variar en una horquilla de 350 y 5600 €, influyendo en la tarifación variables como el tipo de obras requerido y los materiales utilizados, entre otros parámetros.

El aumento de la esperanza de vida y la preferencia de las personas mayores de seguir viviendo en su casa son poderosas razones para adaptar un baño, así como el hecho de que vivan personas en el inmueble con movilidad reducida. Pero no solo eso, pues con un baño adaptado prevenimos resbalones, tropiezos y caídas que podría tener cualquier miembro de la familia, incluso las visitas.

Estado previo

Adaptar un baño para dotarlo de accesibilidad implica, en la mayor parte de los casos, rediseñar el espacio. Si la distribución ya existente en el baño se adecua a la accesibilidad o permite realizar adaptaciones simples, no será necesario hacer demasiados cambios. 

En cualquier caso, al adaptar un baño pueden evidenciarse otros problemas en las tuberías, el alicatado o la pintura que se tendrán que resolver, elevando así el coste del servicio.

Puerta de acceso

La accesibilidad de la puerta de entrada es el primer elemento a abordar para adaptar un baño. Lo ideal es que la puerta del baño tenga un hueco de 80 cm o más de ancho y que sea corrediza, para facilitar su apertura y cierre, y evitar que ocupe más espacio en el interior de la estancia, lo que dificultará, por ejemplo, la movilidad de una silla de ruedas.

Si por razones de espacio esto no fuera posible, se tendrá que disponer la apertura hacia afuera de la puerta. En algunos casos es posible economizar reutilizando la misma puerta pero adaptando su apertura.

Entrada y espacio central

Para adaptar un baño hay que facilitar la entrada de la persona en silla de ruedas, pero también su salida. Para ello, en el baño se debe liberar un espacio de al menos 150 cm para que se pueda girar y salir del mismo. Cuando esta área de giro no existe, habrá que redistribuir, en la medida de lo posible, los elementos del baño para lograr la accesibilidad total del mismo.

Suelo

Es necesario colocar un suelo antideslizante para adaptar el baño. Entre lo más económico está la aplicación de un spray, de tiras o de mosaicos autoadhesivos para lograr un efecto antideslizante. En el otro extremo, están los suelos de cerámica o pavimentos antideslizantes.

Bañera o ducha

Cambiar la bañera por un plato de ducha es el trabajo más usual en la adaptación del espacio, y este tipo de trabajo es uno de los que más influye en el costo del servicio. Sin embargo, según las necesidades de los usuarios y usuarias es posible conservar la bañera o cambiarla por una bañera adaptada con una apertura frontal.

Para la instalación de una ducha es necesario que el plato o base tenga al menos 150 cm de diámetro para permitir el giro de una silla de ruedas.

Váter y lavabo

La sustitución de los sanitarios por modelos accesibles suele ser esencial a la hora de adaptar el cuarto de baño, constituyendo otro porcentaje importante del valor económico total. El tipo de inodoro debe ser de instalación suspendida, para lo que es fundamental garantizar el buen estado de esta pared para un anclaje firme. Si no fuera así, habría que reforzarla.

Por su parte, un lavabo accesible no tiene pie ni mueble debajo y está suspendido a unos 80 cm de altura.

Accesorios

La instalación de asideros y asientos abatibles en la ducha, barreras a los costados del váter o accesorios para su elevación, entre otros, son muy importantes para adaptar un baño a personas con movilidad reducida. Muchos de estos accesorios son fácilmente instalables, como los asideros con ventosas, pero otros requieren los servicios de un o una profesional, como las barreras del váter.