Alicatar la cocina con muebles es una excelente opción si estás construyendo o si estás pensando en hacer una reforma. Los azulejos en la cocina son fáciles de instalar, relativamente económicos, tienen gran durabilidad y son muy prácticos para mantener la higiene del lugar, especialmente si te gusta cocinar y utilizas este espacio con frecuencia.  

El coste promedio de alicatar una cocina con muebles es de 35 €/m2, pero esta cifra puede oscilar entre los 15 €/m2 y los 65 €/m2 según factores como el trabajo previo necesario, la cantidad de metros cuadrados o la calidad de los azulejos. Veremos a continuación qué incidencia tienen estos y otros factores para calcular el precio final del alicatado.

Mano de obra

La mayoría de los y las profesionales que se dedican a alicatar cocinas fijan su tarifa de mano de obra por metro cuadrado. Por lo tanto, el tamaño de tu cocina puede hacer la diferencia en el coste final, aunque también puedes optar por no alicatar toda la cocina, sino únicamente alguna de las paredes o solo hasta cierta altura. Actualmente, cada vez es más habitual realizar el trabajo de alicatado tras el montaje de los muebles, de manera que únicamente tengas que cubrir de azulejo las partes visibles de las paredes.

Si por estética o presupuesto decides no cubrir toda la superficie que quisieras, lo mejor es que priorices las paredes que están cerca de los fuegos de la cocina, ya que son las más propensas a entrar en contacto con los vapores, a impregnarse de olores y a tener manchas de grasa o alimentos. El alicatado hará que la limpieza de este sector sea mucho más sencilla.

Trabajo previo

Por lo general, la tarifa propuesta por metro cuadrado incluye el trabajo previo que sea necesario realizar sobre la pared. Esto es relevante en los casos de reformas, ya que las superficies anteriores pueden tener azulejos, ladrillos o una pared que puede estar en buen o mal estado. Por ello, es probable que se tenga que retirar el alicatado o alisar la pared anterior para colocar de forma alineada los nuevos azulejos.

Este trabajo puede tener distintos grados de complejidad según las condiciones en que esté la pared, lo cual probablemente se refleje en el precio por metro cuadrado. En algunos casos, es posible alicatar directamente sobre los viejos azulejos si están en buen estado, lo cual puede abaratar el coste final del trabajo.

Azulejos

Aún más que la mano de obra, lo que puede encarecer enormemente el alicatado es el tipo de azulejos que escojas. Si bien este no es un material particularmente caro, hay una gran variedad de opciones, que incluyen diferentes colores, diseños, tamaños y calidades, por lo que puedes gastar mucho o muy poco según tu presupuesto.

Otros materiales

Además de los azulejos, se pueden utilizar distintos materiales según el estilo que le quieras dar a tu cocina. Uno de ellos es el gres porcelánico, un material muy resistente que puede usarse tanto en las paredes como en el suelo y que viene en una gran variedad de tonos y diseños. Otra opción muy frecuente son los paneles de piedra o madera, aunque por lo general los que se instalan en la cocina no están compuestos por estos materiales, sino que son imitaciones de vinilo, mucho más prácticos y fáciles de limpiar. Ahora bien, lo más probable es que estas opciones sean más caras que los azulejos.

Otras reformas

Puede que en el momento de alicatar aparezca la necesidad de hacer otras modificaciones en la cocina, como reformas en las instalaciones eléctricas o refacciones en la fontanería. Si este es el caso, tendrás que añadir estas obras a tu presupuesto.

Detrás de los muebles

Una de las preguntas más frecuentes es si es realmente necesario cubrir también la parte posterior de los armarios u otros muebles de la cocina. Al respecto hay opiniones y argumentos que, por un lado, lo consideran necesario y que, por otro, defienden que es prescindible. 

Quien aconseja el alicatado integral de la cocina argumenta que de este modo se están protegiendo todas las paredes de la humedad generada por los vapores y de la grasa de la cocina. También advierte que si decides cambiar los muebles de lugar dentro de unos años tendrás inconvenientes para encontrar los mismos azulejos, por lo que tendrás que renovar todo el alicatado. 

No obstante, y por otro lado, alicatar las superficies de la cocina una vez que los muebles ya estén colocados, o manteniendo los mismos en el caso de que ya estuvieran instalados, representa un ahorro económico considerable y no pone en causa la integridad de las paredes sin alicatar siempre que se aplique correctamente el sellado entre paredes y muebles, impidiendo así el paso de vapores y grasas para la parte posterior del mobiliario. Además, hay incluso profesionales que solo prefieren realizar esta modalidad de trabajo para evitar descuadres en la colocación de los azulejos.