Cuánto cuesta un servicio de masaje relajante en Zaask 25€ - 100€ /sesión

Precios basados en la media nacional
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El precio medio de un masaje relajante se encuentra entre 25 €/sesión y 100 €/sesión, rondando por lo general los 50 €/sesión. Las variaciones en el valor de este servicio dependen de distintos factores, entre los que cabe destacar la duración de la sesión, el tipo de masaje a aplicar, la necesidad de desplazamiento por parte del o de la especialista y la ubicación dónde se realizará el servicio.

El masaje relajante es la mejor alternativa para quitarse el estrés y tiene como principales objetivos aliviar la tensión y propiciar la relajación mental, mediante el aumento del nivel de endorfinas en el cuerpo. Mientras que el masaje terapéutico o descontracturante prioriza los movimientos bruscos y la aplicación de fuerza, el relajante se basa en una manipulación más suave de las zonas tratadas, como el tronco o las extremidades.

Ubicación

El lugar dónde se dará el servicio es uno de los principales factores que pueden influir en la definición de la tarifa, ya que puedes optar por desplazarte hasta el lugar de trabajo del o de la profesional o por solicitar un servicio a domicilio.

Son muchos los prestadores y prestadoras de servicios que cuentan con las instalaciones adecuadas para realizar terapias y masajes relajantes, lo que en ocasiones les permite ampliar su oferta con servicios complementarios, como la aromaterapia o los baños termales.

Sin embargo, también son cada vez más los y las profesionales que no cuentan con instalaciones propias y únicamente prestan servicio a domicilio. En ocasiones esto puede afectar ligeramente al coste base cobrado por sesión, especialmente en los casos en que el desplazamiento supera cierto kilometraje o supone el traslado de equipamiento especializado. No obstante, puede resultar mucho más apropiado cuando se dispone de poco tiempo o se prefiere ahorrar los costes del propio desplazamiento.

Tipos de masaje

Aunque se aplique el término de masajes relajantes de forma genérica, existe toda una variedad de opciones en masajes cuyo objetivo es el alivio del estrés. En este sentido, de acuerdo con el grado de complejidad o la especialización profesional requerida, la tipología del masaje puede influir en el costo final.

Por ejemplo, el masaje sueco es uno de los masajes más baratos que puedes encontrar, además de ser de los más populares y conocidos, ya que permite aliviar la tensión al mismo tiempo de que logra ayudar en la reafirmación de los músculos.

Otros masajes relajantes más específicos que pueden contratarse son: el masaje deportivo, ideal para la prevención de lesiones y perfecto para quienes realizan prácticas deportivas; el masaje tailandés, un masaje de perfil ejecutivo que permite aliviar el estrés e incentivar la movilidad; o el shiatsu, un tipo de intervención que tocando puntos estratégicos con la ayuda de las palmas y los dedos de la mano, favorece la relajación del estrés y libera la tensión, al mismo tiempo que favorece el equilibrio de los diversos sistemas del organismo.

Otra alternativa interesante es la reflexología podal, que se trata de una técnica terapéutica que estimula las zonas de reflejos situadas en los pies, correspondientes con diferentes partes del cuerpo.

Duración

Dependiendo de la modalidad escogida y de las necesidades específicas del cliente o clienta, la duración de la aplicación de un masaje relajante puede variar según el caso. Por lo general, cuanto más se extienda la sesión, más se verá incrementado el costo del servicio.

En este sentido, y a modo de ejemplo, si contratas los servicios profesionales para disfrutar de un masaje sueco, su valor se puede ver incrementado si requieres de una sesión de 90 minutos y solicitas que el o la especialista se traslade.

También debes tener en cuenta que algunos y algunas masajistas establecen previamente la duración de las sesiones y que hay servicios a domicilio que exigirán la contratación de un tiempo mínimo para garantizar que se cubren los costes del desplazamiento.

Otros factores

Otros factores que pueden influir en el precio final de este servicio son: la adquisición de un bono, ofrecidos por el o la profesional para que sirvan como regalo para terceras personas; el uso de complementos exóticos como aromas, aceites o chocolates durante el masaje relajante; o la contratación de paquetes de sesiones, que suelen resultar más rentables al disminuir el precio por sesión.

Profesionalidad

Hay que tener en cuenta que no cualquier persona está capacitada para ofrecer este tipo de servicio. En particular, solo un o una especialista profesional cuenta con los conocimiento y certificados que le avalan para poder aplicar este tipo de tratamiento, una preparación y experiencia que también se puede reflejar en el valor del servicio.

Considerando la variedad de masajes relajantes que existen y que suponen tanto el empleo de técnicas concretas como la manipulación corporal, es necesario confiar en masajistas que cuenten con la debida certificación profesional. De este modo, se garantizará que no se produzcan daños o se intensifiquen lesiones ya existentes por no contar con los conocimientos y la experiencia adecuada.

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