Las piscinas de poliéster tienen, frente a las de hormigón, la ventaja de que resultan más económicas y su instalación es más fácil y rápida. El poliéster es un material altamente resistente, lo cual garantiza su durabilidad y firmeza. Su mantenimiento también es muy sencillo.

El precio medio de una piscina de este tipo es de 9.200 €. Este valor puede oscilar entre un mínimo de 5.000 y un máximo de 20.000 €. Entre los factores que influyen en el precio están las dimensiones, el diseño o los accesorios, entre otros.

Dimensiones y diseño

Existe una gran variedad en tamaños, los cuales van generalmente desde los 4 a los 10 metros de largo. Los modelos pueden ser de diferentes formas: rectangulares, ovaladas, circulares, con forma de riñón, etc. Su profundidad suele estar entre 0,75 m y 2,00 m. 

En lo que respecta a los colores, estos van desde el azul cielo al negro, pasando por los verdes turquesas y cremas, imitando la arena de playa. 

Instalación

La mayoría de las empresas de ventas de piscinas cuentan con el servicio de instalación. Existen tres formas para su colocación: a ras de suelo, semienterradas y elevadas. Esta última supone la s más económica. Dependiendo de la modalidad escogida para su colocación habrá que tener en cuenta  algunos aspectos que impactarán en el coste:                             

• Excavación y movimiento de tierra. Si es necesario excavar se tendrá en cuenta la dificultad de la remoción, la accesibilidad al lugar y el traslado del material sobrante, si fuese necesario. No obstante, el precio de esta tarea suele incluirse por defecto en la contratación de ciertos tipos de piscinas. 
• Permiso de obras. Este trámite será necesario para certificar la autorización de la instalación por parte del ayuntamiento correspondiente. La tarifa dependerá de la zona geográfica.

Accesorios opcionales

La elección de un determinado número de elementos a incorporar a la piscina puede repercutir tanto en el precio final como en el disfrute de la misma. Conviene pensar los pros y contras de cada elemento con vistas a largo plazo. 

• Iluminación. Las lámparas para piscinas son impermeables y pueden estar realizadas con un diseño más o menos sofisticado. Existe una gran variedad en este tipo de luces, pudiendo ser flotantes, fijas, con formas de animales o geométricas y diferentes tipos de intensidad. Muchos de estos modelos tienen incorporado un panel fotovoltaico que las permite funcionar con energía solar. También están las de tipo led y fibra óptica, que permiten la selección de tonalidades fijas o cambiantes.
• Tapas decorativas para cubrir el cuadro técnico. Habitualmente es necesario una solución que esconda y proteja, de manera estética, los comandos de funcionamiento. Algunas son muy originales y simulan ser piedras o vegetación.
• Alarmas. Son muy útiles, pues alertan de posibles caídas. Este elemento está muy indicado para proporcionar mayor seguridad cuando hay niños pequeños, personas mayores o mascotas. Funciona por inmersión y emite un sonido de alerta al detectar elementos superiores a 5 kg de peso.
• Escaleras. Su instalación es muy útil, permitiendo una inmersión paulatina. Se pueden instalar de forma desmontable en vertical, o a modo de escalones en el lado menos profundo.