El precio medio de un servicio de asfalto es de 6000 €, aunque los valores pueden oscilar entre los 1000 € y los 20.000 € dependiendo de varios factores. Para este tipo de servicio el precio se calcula en base a m2 de la superficie, por lo que se estipula un coste medio de entre 8 €/m2 y 20 €/m2. Variables como el estado del suelo a asfaltar, el tipo de superficie o la clase de pavimento asfáltico que se quiera utilizar, influyen en el valor final del servicio profesional.

Cuando se trata de asfaltar, por ejemplo, el acceso a una segunda vivienda que hemos construido en el campo o el aparcamiento de la comunidad de vecinos de nuestro bloque, surgen muchas dudas a la hora de conocer qué tipo de pavimento se adapta mejor a nuestras necesidades y cómo va a afectar al presupuesto. A continuación, profundizaremos en esta información para aclarar posibles dudas.

Tipos de pavimento

Existen distintos tipos de pavimentación asfáltica que se utilizan según las características de la superficie, del estado y de su uso. Podemos distinguir entre: asfalto en frío,  asfalto en caliente y asfalto impreso.

Entre las aplicaciones asfálticas en frío, se encuentran los suelos de grava-cemento y el suelo-cemento, utilizado para infraestructuras ferroviarias y obras en carreteras. Este tipo de asfalto es una mezcla homogénea de agua, cemento y áridos. También está la opción de escoger micro aglomerados, lechadas o tratamientos y mezclas coloreadas, que se emplean, por ejemplo, en las pistas deportivas de colegios e institutos. Este asfaltamiento es menos contaminante ya que no desprende gases perjudiciales con el medio ambiente y este tipo de trabajo puede ser desarrollado por profesionales de la albañilería. 

En cuanto al asfalto en caliente, es el más utilizado en la construcción de carreteras, calles y aparcamientos. Esta opción ayuda a la evacuación del agua, disminuye el ruido del tráfico y se adhiere muy bien a cualquier terreno. Se trata de una mezcla en caliente de asfalto y áridos que, posteriormente, se extiende y compacta en capas. Para esta clase de asfaltamiento, se requiere tanto de maquinaria pesada y especializada como de personal experimentado en ofrecer el servicio. 

Por último, podemos optar por otra alternativa que cada vez está más en alza para uso doméstico: el asfalto impreso. Este tipo de asfalto, usado en muchas ciudades para calles, zonas peatonales, zonas comunes residenciales o privadas, consiste en aplicar una impresión con una malla de acero o plástico de alta densidad, sobre una capa de asfalto recalentada previamente o recién extendida. Esta tecnología permite crear diseños que simulan piedras o adoquines, por lo que resultan ser una solución muy atractiva estéticamente.

El precio dependerá del tipo de asfalto que escojamos y que mejor se adapte a la superficie que vamos a tratar.

Tipo de superficie

El grosor de la capa de asfalto a aplicar dependerá del estado del suelo y del uso del terreno que queramos asfaltar, siendo este un aspecto que también influye en el coste del servicio. No es igual aplicar asfalto en una superficie con pendiente, en la que se tiene que realizar un trabajo previo de nivelación, que asfaltar el acceso a una vivienda. 

Dimensiones y tiempo

Este servicio se calcula en función a los metros que vamos a asfaltar y puede ser que si se trata de una superficie grande, el metro cuadrado acabe siendo más barato que si es pequeña. Hay gastos fijos asociados al servicio (como transporte de la maquinaria, material, etc) que acaban por ser más rentables cuanto mayor sea la superficie, ya que los costes fijos que se dividen entre un mayor número de metros cuadrados.

Normalmente, el tiempo empleado en asfaltar un terreno oscila entre los seis o siete días, dependiendo del tipo de pavimento, el estado previo de la superficie y de las condiciones climatológicas. Este aspecto está directamente relacionado con la dimensión a la hora de influir en el coste total del servicio, ya que un mayor tamaño del suelo a asfaltar implica más tiempo de trabajo por parte de los y las profesionales.

Permisos

Debemos recordar que para asfaltar, ya sea un camino o un simple acceso, hay que pedir un permiso de obra mayor y de manipulación de productos tóxicos al ayuntamiento que corresponda. 

Además, la empresa contratada para este servicio, debe cumplir la normativa vigente en cuestión de asfaltado y asegurar que se cumplen las medidas de profesionalización, protección y seguridad adecuadas.