La moqueta es un material que presenta una gran ventaja: amortigua los ruidos de los pasos o golpes, minimizando la contaminación acústica, por lo que resulta ideal para las habitaciones que se encuentran en un segundo piso o para oficinas con mucha gente que, de otro modo, resultarían muy ruidosas. Además, es un buen aislante térmico, muy confortable para descalzarse en invierno, lo que hace de la moqueta el suelo idóneo para los dormitorios.

La instalación de moqueta suele presupuestarse por metro cuadrado y tiene un coste medio de 30 €/m2, aunque este precio puede oscilar entre los 20 €/m2 y los 40 €/m2. Las variaciones en el coste pueden darse según el área total que se tenga que cubrir, las condiciones previas del suelo o el tipo de moqueta escogido. Analizamos a continuación la incidencia de estos y otros factores en el coste final de la instalación.

Área total

Como es de esperar, la cantidad de metros cuadrados de moqueta va a incidir en el presupuesto. Aunque es probable que cubrir un área de grandes dimensiones, como todo un piso de oficinas, tenga un precio de instalación por metro cuadrado menor que la instalación de moqueta en un pequeño cuarto. Por ello, si vas a cubrir distintas áreas es conveniente realizar toda la instalación de una vez y pedir un presupuesto por el total de la superficie, para conseguir de este modo los mejores precios.  

Condiciones del suelo

La moqueta puede colocarse sobre diversos tipos de suelo, pero en todos los casos es importante que sean superficies limpias, planas y que no tengan humedad. Si alguna de estas condiciones no se cumple, puede que sea necesario realizar un trabajo de nivelación previo, quitar la humedad o hacer una limpieza con agua a presión, ya que, sin el tratamiento adecuado, con el paso del tiempo podrían aparecer irregularidades o manchas de humedad en la moqueta.

Si bien hay una preparación básica que suele estar incluida en el presupuesto de instalación de la moqueta, si el suelo estuviese en muy malas condiciones o, por cualquier otro motivo, fuera necesario realizar trabajos de mayor envergadura, es probable que estos costes se cobren aparte.  

Fibras naturales

Las moquetas pueden estar hechas con fibras naturales o sintéticas. Los materiales naturales más utilizados son la lana y el algodón, ambos más costosos que los materiales utilizados para las moquetas sintéticas. Tienen el beneficio de que son muy suaves al tacto y buenos aislantes, pero también son menos resistentes al uso y más susceptibles a las manchas que los materiales sintéticos, ya que los productos de limpieza que pueden utilizarse con estas moquetas son más limitados.

Fibras sintéticas

Las moquetas sintéticas están hechas con diferentes materiales, como nylon, poliéster, acrílicos y polipropileno, entre otros. Son mucho más resistentes al desgaste por el uso y a la humedad, por lo que brindan gran durabilidad, y en la mayoría de los casos resultan también más económicas. No obstante, algunas personas prefieren evitar los materiales sintéticos, especialmente para los dormitorios, ya que prefieren texturas más agradables al tacto en estos espacios.

Tipo de instalación

Para instalar moqueta se pueden emplear fundamentalmente dos técnicas diferentes. La más sencilla, aunque ligeramente más costosa, consiste en adherir la moqueta al suelo con una cinta de doble cara. En este caso, el trabajo de instalación es muy rápido y tiene la ventaja de que permite despegar la moqueta del suelo y reutilizarla en el caso de una mudanza.

La otra opción es fijar la moqueta al suelo directamente con cola o algún otro material adhesivo. En estos supuestos es muy importante saber instalar una moqueta apropiadamente, ya que pueden aparecer irregularidades que no tienen solución una vez que ha sido colocada, por lo que es recomendable contratar a profesionales con experiencia reconocida en este tipo de trabajos.