Instalar un tendedero exterior es una acción común y sencilla que, no obstante, ha de ser realizada por una persona que cuente con el equipo y las habilidades suficientes, así como con conocimientos sobre protocolos de seguridad y prevención de riesgos laborales, especialmente si se sitúa a cierta altura, como ocurre en los patios interiores de altos edificios. 

La instalación de un tendedero cuesta de media 70 €. Este valor, no obstante, puede oscilar entre 15 y 300 € dependiendo del tipo de tendedero, la calidad de sus materiales o la ubicación, entre otros factores. Los tendederos suelen ser instalados por manitas, personas que tienen buenas habilidades a la hora de realizar todo tipo de trabajos de mantenimiento en el hogar y en utilizar las herramientas necesarias, por lo que el servicio se puede alternar con otras necesidades, como pequeñas reparaciones o montaje de muebles. 

Legislación aplicable

Según lo dispuesto en la Ley de Propiedad Horizontal, actualizada en 2019, antes de la instalación de un tendedero será necesario contar con la autorización de la comunidad de propietarios. Además, cuando el tendedero sea visible desde la calle, habrá que comprobar que las ordenanzas municipales no se oponen. Una mayoría de municipios no permiten tender en las fachadas que dan a la vía pública, pero son más flexibles en fachadas secundarias, patios y azoteas. 

Colocar un tendedero fijo en una fachada sin contar con dicho permiso puede derivar en una multa cuya cuantía varía dependiendo de la localidad. 

Tipos de tendedero

Tender la ropa al exterior permite que esta seque antes, evitando la condensación de humedad dentro del hogar y aminorando el coste que supondría utilizar frecuentemente una secadora. Según el espacio disponible habrá opciones más o menos recomendables para cada caso. 

De poleas o alambres

Estos tendederos suelen instalarse en patios interiores y en azoteas. En el primer caso, las cuerdas se tienden de ventana a ventana a partir de unas pletinas con poleas atornilladas a la pared. En azoteas son más comunes los alambres, aunque también los hay de cuerda, que pueden estar sujetos a una estructura metálica que les dota de altura cuando el muro es más bajo. 

Estos tendederos, a diferencia de otras opciones, son fijos. Constituyen el modelo más común y, posiblemente, uno de los más económicos tanto de instalar como de mantener. 

Extensibles

Los tendederos murales de aluminio extensibles pueden ser más o menos caros según el número de barras y el tamaño que presenten. Son muy utilizados en balcones y terrazas individuales, y su precio de compra se establece entre 16 y 25 €, a lo que habría que sumar el coste por mano de obra. 

De techo

Para balcones interiores y terrazas, los tendederos de techo permiten aprovechar al máximo el espacio. Estos son movibles, pudiendo descender para colocar la ropa y ascender una vez haya sido tendida o retirada, ya sea de forma manual o automática. Son algo menos económicos que las opciones anteriores, pero pueden resultar de gran utilidad si se dispone de poco espacio. 

Automáticos

Se trata de tendederos que cuentan con una o varias cuerdas cuyo sistema de recogida enrollable es automático. Estas cuerdas se enganchan al otro extremo de la pared y se tensan, pudiendo retirarlas mientras no haya ropa tendida. Su precio varía, principalmente, dependiendo del número de cuerdas. Este tendedero puede obtenerse por un precio que varía entre 10 y 25 €, a lo que habría que sumar la mano de obra para su instalación. 

Cubiertos

En los últimos años ha irrumpido la tendencia de los tenderos que se cubren con el fin de evitar que la ropa se decolore con el sol, se moje con la lluvia o se ensucie. Además, se reduce la visibilidad sobre la misma. Estos tendederos pueden ser abatibles o flexibles y su sistema de cubrición puede estar proporcionado por toldos inclinados o en forma de paraguas. Son los modelos más caros pero también los más versátiles, pudiendo superar los 250 €. 

Material

La estructura de los tendederos puede estar hecha de acero inoxidable, aluminio, hierro recubierto de zinc o pintura, resinas o pvc, entre otros materiales. Cuanta mayor sea la resistencia del material a las inclemencias del tiempo, más alto será su precio. 

Los recursos materiales necesarios para llevar a cabo la instalación (taladro, tacos, etc.) suelen estar incluidos en el precio, siendo necesario convenir con el o la profesional si el tendedero va a ser adquirido por el cliente o clienta, o si su compra va a ser parte del servicio contratado. 

Tarificación

Los precios pueden venir estipulados por hora o tener un precio fijo que varía según el tipo de tendedero a instalar y el lugar de instalación, independientemente de cuánto tiempo sea invertido en ejecutar el trabajo. Cuando el tendedero es adquirido por el cliente o clienta, los y las manitas aplican una tarifa que suele establecerse a un precio medio de 35 €/h. Si la tarea es simple, en ocasiones no se llegará a ocupar la totalidad de la hora, aunque sea necesario pagarla al completo, como tarifa mínima. Ante esa posibilidad, una opción es tener presentes otros pequeños trabajos de mantenimiento que puedan ser realizados por la misma persona, lo que habrá que consultar con antelación.

Accesibilidad

Un factor que va a incidir en el precio es la facilidad a la hora de llevar a cabo la tarea. Instalar un tendedero a gran altura, en un lugar angosto o que implique cualquier otro tipo de dificultad, puede suponer la aplicación de una tarifa más cara. 

Desplazamiento

El trayecto a realizar por el o la profesional puede afectar al coste del servicio, especialmente cuando se trata de zonas alejadas. 

Documentación en regla

Es conveniente asegurarse de que los y las profesionales cuentan con seguro y con una situación laboral regulada. Si el presupuesto llama la atención por ser particularmente bajo, convendría prestar atención a estas cuestiones.