El revestimiento de una pared es lo que, sin duda, definirá el estilo y la decoración de cada uno de los ambientes, ya sea de un hogar, oficina o local comercial. Se podría considerar como una opción alternativa a la pintura, la cual permite el uso de diferentes tipos de materiales: madera, piedra, cerámica, metal, vidrio e incluso acero inoxidable. 

Para el revestimiento de madera, tanto interior como exterior, existen diversas posibilidades. Será necesario que los profesionales técnicos e instaladores valoren, conjuntamente con su cliente, el mejor método para llevarlo a cabo. La madera otorga un ambiente cálido en los interiores, protegiendo ante los cambios de temperaturas y los ruidos de otros pisos colindantes. Al exterior, el aspecto resulta elegante, fácilmente combinable con otros materiales. 

El precio medio de revestir paredes con madera ronda los 45 €/m2, pudiendo oscilar este valor entre 25 € y 90 €/m2. Factores como el tipo de madera a utilizar, el hecho de que se trate de un revestimiento al interior o al exterior, la complejidad en su colocación o el sistema de acabado por el cual opte el cliente, serán algunos de los aspectos que determinarán, en gran medida, el coste final. 

Tipología 

Los revestimientos de madera podrán ser machihembrados, tarugados, contrachapados, laminados con o sin sistema de click, o bien, mediante paneles o piezas más pequeñas. El modo de instalación y el formato van a impactar directamente en el precio.  

Dado que requiere de un mayor mantenimiento y su precio no es el más económico, en ocasiones puede recurrirse a revestimientos que, en apariencia, se asimilen a la madera, como sucede con el gres porcelánico con esta decoración, que combina dicha apariencia con una mayor resistencia. Instalar esta opción puede encontrarse a partir de 35 €/m2.

Complejidad 

Este aspecto estará definido por la extensión, la altura y la forma de instalación. Estos factores determinarán la duración del trabajo, la maquinaria necesaria y la cantidad de operarios requeridos, los cuales afectarán notablemente el coste final. 

Tipo de madera 

La madera conveniente a utilizar en cada caso será seleccionada según su uso exterior o interior. Este hecho hará variar notablemente el coste final. Generalmente, para exteriores suele usarse el alerce, el ipé, teca o balau, que destacan por su alta durabilidad natural. Además, puede optarse por la madera modificada, termotratada y acetilada, que prolonga su resistencia. En cambio, para interiores, son de uso más frecuente especies de densidad media o media baja, como el pino o el roble. A estos factores habrá que sumar el posible tratamiento químico del material, lo que le garantizará al acabado una mayor protección contra rayos UV, humedad, variaciones de temperatura, daño de insectos, hongos, etc. 

Acabados 

Cuando los revestimientos interiores se han colocado, el cliente podrá optar varias opciones de acabado. De una parte, la aplicación de barniz, que hará realzar la textura y el color de la madera. En segundo lugar, la aplicación de impregnantes o “stains” de protección, según lo ya mencionado. Una tercera opción sería pintar la pared revestida, para lo cual hay diversidad de tonos.