El revestimiento exterior de un inmueble cumple con una doble función, estética y protectora. A la hora de elegir entre un tipo de revestimiento u otro habrá que valorar las diversas opciones en función de las necesidades, que suelen venir determinadas por el uso, el entorno y las condiciones ambientales, además de las preferencias estéticas que tenga cada cliente o clienta. 

El precio medio de un servicio de revestimiento de exteriores es de 40 €/m2. Dependiendo del tipo de revestimiento a aplicar, la calidad de los materiales, los acabados, la dificultad de la tarea y los medios auxiliares necesarios, este valor puedes oscilar entre 10 y 300 €/m2. 

Tipos de revestimientos 

El revestimiento de paredes exteriores puede realizarse por medio de diferentes tipos de materiales. Cada uno comporta unas características que les hacen más o menos adecuados dependiendo de cada situación. Así, habrá que procurar tener en cuenta, como decíamos, el uso principal del edificio y su exposición a las inclemencias del tiempo, principalmente a la lluvia, el sol o el viento. 

Enfoscados tradicionales

El método más económico de revestir la fachada de un edificio es utilizar morteros tradicionales de cemento, de cal o de tierra, siendo el primero el más extendido. Sobre ellos, no obstante, será necesario aplicar capas protectoras a base de resinas y pintura para asegurar su mayor resistencia e impermeabilidad. 

Mortero monocapa

A diferencia del enfoscado con cemento, el denominado mortero monocapa cuenta, por sus componentes añadidos (resinas, fibras, minerales...), con mayores propiedades higrotérmicas. Además, este mortero permite prescindir de la aplicación de capas de pintura posterior, pues puede presentar diferentes acabados. 

El mortero monocapa destaca por su fácil adherencia y mantenimiento, aunque no está recomendado, al igual que el enfoscado de cemento, para zonas con gran presencia de humedad. Su precio de aplicación oscila entre 15 y 40 €/m2.

Pintura

Las superficies enfoscadas, como comentábamos, suelen ser protegidas con pintura. El coste promedio de pintar una fachada es de 15 €/m2, aunque este valor puede variar entre los 10 y 35 €/m2 según la calidad de la pintura y los recursos empleados para acometer los trabajos. Cabe distinguir varios tipos de pintura, de entre las que destacan la vinílica y acrílica, por su menor coste. Las pinturas elásticas y las compuestas a base de resinas de silicona destacan por sus propiedades impermeabilizantes y antimoho. Su coste se establece entre 12 y 14 €/m2.  Ligeramente superior es el precio de las pinturas de silicato potásico y caucho sintético, que usualmente se utilizan para la fachada de locales comerciales por su fácil limpieza. 

Hormigón visto

Cuando los muros han sido realizados en hormigón armado, es común dejarlo a la vista. Pero también puede adquirirse panelado para revestir el muro exteriormente. Su estética combina bien con otros elementos en hierro o madera. 

Piedra natural

Contrariamente a los morteros, para ambientes fríos y húmedos, destaca el uso de la piedra natural. Entre las más usadas pueden citarse la pizarra, el granito y la caliza. Sus propiedades de aislamiento son conocidas, pues ayuda a mantener las temperaturas agradables en el interior y su impermeabilización resulta sencilla. Se trata de un revestimiento especialmente resistente y muy utilizado tanto en ámbito urbano como rural. 

Para su colocación se emplean morteros con adherentes y mallas de fibra de vidrio, y su coste, dependiendo del tipo de piedra y el lugar geográfico, se enmarca entre los 40 y los 125 €/m2. 

Piedra sintética 

Una alternativa a la piedra natural es optar por piedra de imitación. Al ser artificial se abaratan los costes y se gana en ligereza, por lo que también la colocación puede resultar más sencilla y rápida. El acabado es muy similar al de la piedra natural aunque suele ofrecer una mayor regularidad. Este tipo de revestimiento tiene un precio de partida de 30 €/m2.

Ladrillo

El ladrillo caravista es un buen aislante tanto del frío como del calor, en cualquiera de sus tipologías. Es un material duradero, ignífugo y sostenible. Su coste es bajo, aunque algo superior comparado con los revoques de mortero, pues ronda los 45 €/m2. En la actualidad, es posible encontrar placas de poliuretano que imitan la cubrición con ladrillo y que pueden ser instaladas en fachadas. Su coste ronda los 65 €/m2. 

Madera

Otro material utilizado en fachadas es la madera. Suele darse combinando su uso con otros materiales, a los que aporta acabados más naturalizados. Esta solución es algo menos utilizada porque requiere de un mayor mantenimiento y, aunque su instalación tiene un coste similar al ladrillo, a la larga, la inversión podría resultar mayor.  

Metal 

Acero, zinc, titanio... Las soluciones en metal pueden ser muy diversas y ofrecer una apariencia moderna y destacada, pues se trata de materiales moldeables que permiten una infinidad de acabados. Entre las soluciones más extendidas destaca el panel sándwich de aluminio o acero, que proporciona un buen aislamiento térmico y acústico, aunque es una de las opciones menos económicas. 

Cerámica

Por su resistencia, incombustibilidad, capacidad de aislamiento y carácter sostenible, la cerámica es un revestimiento muy apropiado para exteriores. Estas pueden colocarse mediante adhesivos cementosos, aunque son especialmente utilizados en fachadas ventiladas. Los rangos de precios son más amplios que en otros casos, por lo que el precio dependerá mucho del fabricante del recubrimiento concreto y sus modelos.

Fachadas ventiladas 

Se trata de un sistema constructivo novedoso que permite, además de reforzar la estructura, mejorar las capacidades transpirables de las fachadas y aislar de forma térmica y acústica. Es la opción menos económica, ya que su coste suele situarse entre 45 y 300 €/m2 dependiendo, entre otras cosas, de los materiales utilizados (cerámica, metal, composite, etc.) o su forma de instalación.  

Estas fachadas necesitarán de un mantenimiento periódico con revisiones anuales que pueden hacer encarecer su precio a largo plazo aunque, a su vez, supone un ahorro energético importante. 

Proyecto arquitectónico

Cuando se produce una renovación de fachada en un edificio, la ley obliga a contratar los servicios de un arquitecto técnico o aparejador para que redacte el proyecto y dirija la ejecución material de las obras. Ello se traduce en un coste aproximado del 7 % del presupuesto.

Licencias

Los trabajos de renovación de una fachada obligan a tramitar una licencia de obra mayor. La tasa de esta licencia suele suponer un 5 % del precio final de la obra, aunque es posible que algunos ayuntamientos establezcan exenciones. 

Medios técnicos

Dependiendo de la altura del edificio y del tipo de trabajos a realizar será pertinente emplear sistemas de elevación o andamios para colocar los revestimientos.  Su instalación y uso vendrá precedida del abono de otra tasa municipal si se ocupa la vía pública. De esta forma, dependiendo de la complejidad de la acción, el precio final de un servicio de revestimientos puede verse afectado en mayor o menor medida.