Instalar calefacción central es una excelente opción para cualquier comunidad de vecinos y vecinas, así como para edificios grandes como hospitales, escuelas u oficinas. Si bien requiere de una inversión inicial considerable, esta se amortiza a largo plazo o hasta en el medio plazo en las regiones más frías, debido a que el uso tiene una mayor intensidad y a que la caldera tiene menos paradas y arranques que en las calderas de uso individual, lo cual aumenta la eficiencia. Se calcula que la calefacción central de gas natural resulta un 25 % más barata que la individual. Además, en las comunidades de viviendas los gastos de instalación se reparten entre las unidades habitacionales que se van a beneficiar de la calefacción, por lo que el coste por vivienda suele ser menor.

Instalar calefacción central tiene un precio que, para viviendas unifamiliares de 50 m2, parte de los 2450 € y que llega a los 4000 € en caso de viviendas de aproximadamente 150 m2. Las variaciones en el coste se deben a factores tales como la cantidad de unidades habitacionales a calefaccionar o de terminales a instalar, las distancias entre las mismas y la calidad del equipo utilizado. Veremos a continuación cómo inciden estas y otras variables en el presupuesto.

Cantidad de unidades

Tanto la cantidad de unidades como sus dimensiones tienen gran incidencia en el coste final. Si bien lo habitual es que se empleen calderas con mayor capacidad y más costosas a medida que aumentan las unidades, el trabajo de instalación suele ser similar y el precio de las calderas no aumenta de forma directamente proporcional a su capacidad. Por lo tanto, lo usual es que el coste por unidad sea menor si hay gran cantidad de unidades que si se quiere instalar una calefacción central, por ejemplo, para tres apartamentos.

Edificio de uso exclusivo

Por otro lado, si se trata de un edificio de uso exclusivo, como una escuela o las oficinas de una empresa, cuanto mayores sean las dimensiones del sitio y la cantidad de habitaciones, mayor será también el coste de la instalación.

Distancias

Las distancias entre una unidad y otra, o entre varios edificios de una misma institución, pueden aumentar los costes de instalación, ya que no se requerirán los mismos metros de canalización en apartamentos que están uno encima del otro, que en una propiedad horizontal donde hay varias viviendas separadas por patios. Además, si las distancias son muy grandes puede que sea necesario instalar un sistema modular para aumentar la potencia calórica, lo cual tendrá costes adicionales.

Caldera y radiadores

La capacidad y calidad de la caldera, así como de los radiadores, las válvulas y la canalización empleada, puede provocar variaciones en el coste. No obstante, lo usual es que los equipos de más calidad tengan el beneficio de aprovechar mejor la energía, por lo que implican un ahorro energético a largo plazo.  

Repartidor de costes

Instalar calefacción central para un conjunto de viviendas suele tener un coste mayor que colocarla en un edificio de uso exclusivo. Esto se debe a que, además de la red de canalización y los radiadores, es necesario instalar repartidores de costes en cada radiador, que actualmente son de uso obligatorio según la regulación europea. Se trata de pequeños aparatos electrónicos que miden la potencia calórica que transmite el radiador con el objetivo de calcular el consumo de cada unidad. Si bien esto aumenta el coste de la instalación inicial, suele ser una buena opción para autorregular el consumo y evitar futuros conflictos con los vecinos y vecinas.

Reparaciones

Reparar la calefacción central no suele ser tan costoso como instalar una nueva, ya que por lo general solo hay que arreglar o reemplazar una parte del sistema. Sin embargo, si es necesario comprar una nueva caldera, seguramente sea más costoso que reemplazar las válvulas o un tramo de canalización.