La reparación de calentadores o termos tiene un coste medio de 180€, pero el valor puede oscilar entre 80€ y 500€ dependiendo del tipo de calentador, de las partes que han de reemplazarse y de la mano de obra que requiera la reparación.

Aunque es habitual encontrar expertos que recomiendan sustituir los aparatos ante cualquier incidencia, dado el bajo precio relativo de los mismos, por conciencia ecológica o economía resulta aconsejable plantearse, en primer lugar, una posible reparación. Existen situaciones en que las averías son fácilmente solucionables y nos arriesgamos a cambiar un aparato que puede tener todavía una larga vida útil. Contrariamente, será el propio profesional quien nos recomiende proceder a una nueva instalación en casos en que el aparato no presente las condiciones adecuadas. 

Tipo de calentador

No todos los calentadores utilizan la misma fuente de energía. Los más usuales son los eléctricos, los de gas natural y los que funcionan con bombonas de gas butano. Cada uno tiene un mecanismo diferente y, por lo tanto, las averías que aparecen son de distinta índole.

Calentadores eléctricos

Entre los daños o roturas más usuales en los calentadores eléctricos encontramos pérdidas de agua, saltos del diferencial y problemas con el encendido. En ocasiones también sucede que, si bien está encendido, el agua no se calienta. Cada tipo de avería requerirá una reparación diferente: puede ser necesario reemplazar una pieza, como el diferencial o la brida, o directamente reemplazar el calentador por completo. El coste del servicio será una sumatoria entre el precio de la pieza a reemplazar y las horas de mano de obra requeridas para hacer la reparación.    

Calentadores de gas

Estos tipos de calentadores pueden tener fallos de otro tipo. A veces puede parecer que están estropeados, pero en realidad solo necesitan un cambio de pilas para el encendido o una limpieza de mantenimiento. El personal técnico verificará cuál es el caso, y de tratarse de una limpieza sólo habrá que correr con los gastos de mano de obra. También puedes encontrarte con desperfectos más serios que requieran reemplazar algunas piezas, como los sensores de temperatura o el regulador de gas. Nuevamente, el coste final será el resultado de sumar las piezas necesarias y la mano de obra, aunque lo normal es que se cobre una tarifa mínima por visita, a la que luego se añadirán el resto de gastos.

Profesionales

Al igual que existen distintos tipos de calentadores, también hay diferentes tipos de profesionales a cargo, con una especialización determinada. Para reparar un calentador de gas, deberás llamar a un fontanero o una fontanera, mientras que para reparar un calentador eléctrico necesitarás los servicios de un o una electricista. Estos últimos suelen tener, de media, una tarifa algo menor que los primeros, aunque esto no se aplica a todos los casos.

Tanto electricistas como fontaneros y fontaneras poseen una certificación que les habilita para realizar estos trabajos, pero hay quienes tienen mayor cantidad de cursos y especializaciones. Una mayor formación puede reflejarse en los honorarios, aunque sólo sutilmente.

Recomendaciones

Si observas un fallo en tu calentador, lo primero que deberías hacer es revisar que no se trate de un problema ajeno al funcionamiento del sistema del calentador, revisando, por ejemplo, si hay gas en la bombona o si las pilas están caducadas. Si el problema persiste tras esta revisión, entonces lo mejor es llamar a un o una profesional y no tratar de repararlo tu mismo si no tienes los conocimientos necesarios, ya que puedes empeorar la situación o ponerte en riesgo.

Ahora bien, a la hora de buscar los servicios de un o una profesional, lo ideal es que leas las recomendaciones y valoraciones de clientes y clientas anteriores para asegurarte de estar contratando a una persona con buenas referencias. Además, tanto si contratas los servicios a través de una empresa como si te pones en contacto directamente con el o la profesional, asegúrate de que las personas que vienen a reparar el calentador tengan una certificación profesional y estén aseguradas, ya que esto te evitará problemas en caso de accidente.