El termo eléctrico es la alternativa más utilizada para disponer de agua caliente de manera instantánea en la vivienda. Tiene un coste medio de instalación de 260 €, pero el precio puede oscilar entre 85 € y 580 €. Estas variaciones pueden deberse a factores como la capacidad, el tipo de termo o a la necesidad de realizar trabajos de instalación adicionales.

Capacidad

La capacidad de los termos eléctricos va de los 20 a los 300 litros aproximadamente. Los más pequeños solo pueden utilizarse en lugares con poca demanda de agua caliente, como un lavabo sin ducha; mientras que si estás pensando en un termo eléctrico para una vivienda en la que habitan varias personas, tendrás que invertir en uno mayor. Evidentemente, la capacidad del termo está directamente relacionada con su precio.

Para que puedas hacerte una idea, en una vivienda de dos personas se necesita un termo de unos 60 l, y si tienen bañera puede hacer falta uno de 80 l. Si hay tres o más miembros habitando en la misma casa, es probable que se requiera un termo de 100 l a 150 l. Por lo general, los termos eléctricos de uso doméstico no superan los 200 l. Estos números no consideran el agua que se va a necesitar a lo largo del día, sino los horarios de mayor demanda en los que varias personas utilizan agua caliente al mismo tiempo.

De manera orientativa, es posible encontrar termos de 50 l y 80 l de capacidad a partir de los 80 €/ud., aunque los mejor valorados de 80 l (2 personas) pueden ascender a los 120 €. Los de 100 l suelen partir de los 99 €/ud., mientras que los de 150 l, ideales para 4 personas, ya presentan precios desde 200 €/ud. Los de mayor capacidad, con 300 l (8 personas, aproximadamente) y 500 l, parten de los 400 € y pueden sobrepasar los 1200 € en muchos casos. No obstante, a la hora de escoger el calentador se recomienda considerar otros aspectos más allá de su capacidad o precio, que también influyen en la calidad y valor del aparato, como pueden ser: el tamaño, la orientación de su posición, su clasificación energética, los años de garantía y otras características especiales —doble depósito, termostato digital, conexión (wifi), bajo consumo, fondo reducido, bomba de calor incluida, función de calentamiento rápido o resistencia envainada—.

Termos de acumulación

Estos son los termos eléctricos más utilizados. Tienen un depósito en el interior donde se calienta el agua por medio de una resistencia. Cuando el termo no está siendo utilizado y el agua alcanza cierta temperatura (generalmente alrededor de 60º C), la resistencia se apaga momentáneamente, pero vuelve a encenderse para mantener la temperatura del agua, por lo que siempre hay agua caliente disponible.  

Termos instantáneos

Estos no tienen un depósito, sino que el agua se calienta a medida que se necesita. No permiten usos muy intensivos, dado que no pueden calentar grandes cantidades de agua por minuto. En contrapartida, los termos eléctricos instantáneos ocupan poco espacio, son más económicos que los de acumulación y solo consumen energía cuando están en funcionamiento. Son apropiados para apartamentos pequeños o lavabos sin bañera.

Temperatura fija o regulable

Algunos termos tienen la posibilidad de regular la temperatura, mientras que otros, más económicos, calientan el agua siempre a la misma temperatura. Si bien esta función puede ser útil en algunos casos, la mayoría de las veces no hace falta regular con tanta exactitud la temperatura del agua caliente, dado que siempre es posible agregar diferentes cantidades de agua fría para lograr la temperatura deseada.

Trabajos adicionales

Además de los puntos concernientes a las características del termo, para calcular el coste de instalación también hay que tener en cuenta las condiciones del sitio en el que se va a colocar. Si el trabajo consiste en el reemplazo de un termo existente, probablemente no tengas que hacer grandes trabajos adicionales; pero si instalas un termo por primera vez, puede que sea necesario realizar una extensión de la toma de agua y hacer las conexiones pertinentes entre el termo y la red de tuberías de agua caliente. Al mismo tiempo, tienes que prever que haya un enchufe cerca del lugar de instalación o instalar una nueva toma si no lo hubiera.

En todos estos casos, incluso si no hay que realizar obras adicionales, es recomendable contratar a profesionales para el trabajo de instalación, ya que se trata de tareas delicadas que pueden ser peligrosas y que hasta pueden llegar a perjudicar la durabilidad del termo eléctrico si no se realizan correctamente.

Calentador estanco

Muchas personas están interesadas en instalar termos estancos debido al cambio en la normativa RITE, que desde el 2018 exige en España la instalación de este tipo de aparatos si se va a colocar un calentador a gas nuevo en una vivienda, con el objetivo de aumentar la seguridad. No obstante, esta reglamentación solo aplica para los termos a gas y no interfiere con los termos cuyo funcionamiento es eléctrico.