El precio medio de instalar una alarma es de 145 €. Este valor oscila generalmente entre 50 € y 600 €, determinándose en última instancia por variables como el montaje requerido o el tipo de alarma, la calidad o cantidad de sus componentes.

Antes de instalar una alarma es recomendable definir el nivel de seguridad adecuado al lugar de la instalación, identificando en primera instancia sus puntos débiles.  Por ejemplo, una vivienda unifamiliar requiere un nivel de seguridad distinto a una vivienda en un edificio en la ciudad.

Montaje

La forma de montaje influye en el coste de este servicio, según si la instalación de la alarma sea cableada o inalámbrica. La instalación de alarmas cableadas son más costosas, pues su montaje lo realiza un técnico con conocimientos específicos en electrónica y electricidad. Se introducen los cables de la alarma por los tubos de la electricidad uniendo los sensores a la central, se programa e se instala la sirena. El valor oscila en una horquilla de 200 a 450 €, aproximadamente.

Sin embargo, instalar una alarma inalámbrica es más económico, pudiendo costar entre 90 € y 250 € aproximadamente, pues no se requieren cableados ni conocimientos de electricidad. 

Tipo de alarma

El tipo de alarma es otra de las variables que influye en el coste del servicio. Las alarmas disuasorias son más económicas de instalar, ya que solo emiten sonidos estridentes o algún tipo de aviso para que el intruso se aleje. Pueden o no estar conectadas a una central digital de recepción automática que envía un aviso al móvil del propietario o propietaria. La instalación de alarmas sin cuota suele presupuestarse entre 80 € y 420 €, en función del resto de factores.

Sin embargo, las alarmas conectadas a un servicio de seguridad suelen requerir, además de una instalación cableada, el abonarse a un servicio de seguridad privado que es avisado automáticamente cuando la alarma se activa. Puede contratrarse este tipo de servicio a partir de 30 € al mes. 

Detectores de la alarma

Los detectores de una alarma se cuentan entre sus componentes básicos, junto con la unidad de control, el teclado y la sirena. La cantidad de detectores y su forma de conexión con la central receptora (cable, radio o infrarrojos) influye en el presupuesto final.

Componentes extras

Algunos modelos de alarmas permiten aumentar el número de sensores de la unidad de control, lo que eleva el valor total de la instalación. Estos componentes extras expanden el perímetro de seguridad o agregan nuevas funcionalidades tales como detectar movimiento o sonido, obtener imágenes, detectar el calor corporal, etc.

Seguridad de la alarma

Al instalar una alarma también hay que considerar las situaciones que pueden provocar que no funcione correctamente. Desde un corte de electricidad hasta un inhibidor de señal pueden hacer que se dispare una falsa alarma. Por ello, y aunque signifique elevar los costes del servicio, es aconsejable instalar además sistemas de respaldo eléctrico, anti-inhibidores de señal, una sirena independiente, sistemas antisabotaje o detección de desinstalación, entre otras posibilidades.