El cliente, principalmente, debería querer cambiar hábitos o, por lo menos, ser consciente de su necesidad y comprometerse con el proceso y el trabajo a realizar.

Actualmente estoy estudiando para obtener la certificación ICF (International Coaching Federation) y así formalizar y consolidar mi carrera en la dirección correcta con las credenciales y regulación adecuadas. El coaching es una gran responsabilidad y, según lo veo, es recomendable que tengas una formación reglada y que haya cierto control respecto a los métodos aplicados.

Por otra parte, tengo más de 10 años de experiencia en el sector de las Comunicaciones, por lo que he podido ayudar a muchos a resolver problemas, tanto en el ámbito creativo, como en el logístico y en el laboral. Además, también he trabajado con particulares para ayudarles a consolidar su imagen de marca y a encontrar la forma de comunicar, audiovisualmente hablando, su mensaje.

Pregunta si puedes tener una conversación de 10 minutos off the record con el coach.
En la conversación:
- Evita el edulcorar las cosas y las medias tintas, sé tú mism@ e intenta perseguir la claridad y el compromiso en la conversación.
- Pregunta sobre cómo trabaja (sesiones, método, pagos, etc.)
- No mires tanto el currículum del coach, aunque sí debes prestar atención si éste está en proceso de o está certificado y forma parte de alguna organización.
- Que no te dé vergüenza reconocer que algo no va bien y pedir ayuda.
- No te fíes de esos que te digan que te van a "curar", o que te aseguran atracción o proyección de éxito en cualquier forma o modo. Recuerda que todo depende, principalmente de ti mism@, no hay píldoras mágicas, ni trucos para acortar el rumbo a la hora de aprender algo nuevo, actuar o asentar hábitos y conocimientos. Si alguien te dice lo contrario... Mi consejo es que descartes a esa persona.
- Por encima de todo, siente qué "feeling" te da el coach.