La calefacción por aerotermia se ha puesto muy de moda en los últimos años y es cada vez más utilizada. Tiene un coste inicial más alto que otros tipos de calefacción, pero se trata de un sistema altamente eficiente que consume relativamente poco y utiliza energía eléctrica, por lo que puede instalarse aun si la vivienda no cuenta con gas natural. Funciona con un gas refrigerante comprimido a bajas temperaturas que permite crear un ciclo termodinámico, que extrae calor del aire exterior y lo transfiere hacia el interior.

La instalación de la calefacción por aerotermia tiene un precio que oscila entre los 1700 € y los 19 000 €, con un valor medio próximo a los 12 500 €. Algunos de los parámetros que inciden en las variaciones en el coste son la dimensión del espacio, el tipo de bomba de calor requerida o los equipos que servirán de terminaciones. 

Dimensiones

Como es de esperar, tanto las dimensiones como el número de habitaciones de la vivienda, o del sitio en el que se quiera instalar la calefacción, va a modificar el coste. Esto no significa que haya una correspondencia directa entre el coste y los metros cuadrados del inmueble, sino que un sitio más grande va a requerir una mayor cantidad de aparatos o de potencia en la bomba de calor, lo cual impactará en el coste final del servicio.   

Bomba de calor

La calefacción por aerotermia no funciona con una caldera a gas o gasoil, sino con una bomba de calor capaz de refrigerar o calefaccionar, según sea necesario. El precio de la bomba de calor puede variar según la potencia necesaria, pero también puede aumentar si tiene la doble función de calefaccionar y proporcionar agua caliente sanitaria, una buena opción para las viviendas que no cuentan con gas natural o para quienes prefieran utilizar energías renovables. En este sentido, los valores se sitúan en un rango muy amplio, que va de los 1100 € a los 15 000 €.

Equipos de aire, radiadores o suelo radiante

La bomba de calor de la calefacción por aerotermia puede alimentar diferentes equipos de aire, como splits, radiadores o, incluso, un suelo radiante. Este último es el más costoso de instalar, de hecho oscila entre los 30 €/m2 y 80 €/m2, pero también el que implica un mayor ahorro energético a largo plazo. En este sentido, los radiadores se sitúan en un punto intermedio y los equipos de aire son la opción más utilizada y económica de instalar, aunque tienen la desventaja de tener un menor ahorro energético en comparación con los otros sistemas. No obstante, esta diferencia no es muy grande y, en todos los casos, se trata de una energía limpia que no contamina el ambiente.

Termostato

Además del sistema de calefacción central, es posible instalar elementos adicionales como un termostato. Este es un aparato que se coloca generalmente en la pared, pero que puede tener conexión WiFi y controlarse desde el teléfono móvil o el ordenador. De este modo, podrás poner el sistema en funcionamiento cuanto vayas de camino a casa y, cuando llegues, te encontrarás con el hogar calefaccionado. La calidad, las funciones y la posibilidad de conexión a internet incidirán en el precio del termostato.

Instalación

La instalación de todos los componentes suele partir de los 600 €, aunque es posible encontrar precios un poco más económicos si se contrata la adquisión e instalación. Entre los aspectos que puede incluir la instalación se encuentran: la conexión refrigerante y eléctrica entre la unidad exterior y la interior (480 € aprox.), la regulación y control (850 € aprox.), y la puesta en marcha y legalización (400 € aprox.). Esto hace que el precio para casos como viviendas unifamiliares ascienda hasta alcanzar los 2500 €.

Reparaciones

Realizar una reparación de calefacción por aerotermia puede ser más o menos costoso según los equipos utilizados para la calefacción y la parte del sistema que se tenga que reparar. La calefacción por suelo radiante, por ejemplo, puede tener averías bastante complejas para las que muchas veces en necesario levantar el suelo. Por otro lado, las averías más habituales son las de los equipos de aire, que a menudo se solucionan rápidamente ajustando el ventilador o realizando una limpieza de rutina, por lo que no suelen ser costosas.