Instalar un sistema de calefacción a gas es una forma muy asequible de asegurar calidez en el interior de la vivienda, aún en los días más fríos. Se trata de una obra que requiere de cierta inversión inicial, pero que resulta muy económica a largo plazo, por lo que es especialmente recomendable para inmuebles de gran tamaño y regiones con climas muy fríos.

El coste de una instalación de calefacción de gas es, en media, 2500 €, pero este precio puede oscilar entre los 450 €, si solo fuera necesario la instalación de la IRI (Instalación Receptora Individual) en un apartamente, y los 6250 € si ha de presupuestarse la instalación en una vivienda de la IRI, la caldera y la calefacción. A continuación se analizan los varios factores a considerar. 

Cantidad de radiadores

La cantidad de radiadores que desees instalar es determinante para calcular el coste. Cada radiador que sumes a la red de calefacción aumentará el precio final de la instalación, debido al coste del radiador y al incremento en el tiempo de mano de obra necesario para colocarlo. No obstante, instalar la cantidad de radiadores recomendados para tu vivienda es fundamental para asegurar la buena distribución del calor y la eficiencia del sistema de calefacción, por lo que instalar más radiadores puede representar un ahorro energético en el futuro.  

La compra de un radiado puede partir de los 40 € y llegar a los 250 € por unidad, dependiendo de las características del terminal.

Tamaño de la vivienda

Además del número de radiadores, también es importante la distancia entre uno y otro, que suele incrementarse cuando se trata de una vivienda de gran tamaño. Distancias más grandes implican más metros de canalización, lo cual impactará en el precio de la instalación de la calefacción de gas. De forma orientativa, el precio de la instalación en una vivienda de aproximadamente 70 m2, utilizando 6 radiadores y dándose de alta en el suministro de gas, rodaría los 2900 €. 

Tipo de caldera

El coste total también va a depender de la caldera que escojas. Las de condensación son las más caras, pero también las más eficientes, ya que aprovechan el vapor de agua generado para calentar más agua. El ahorro energético que implica este funcionamiento las hace ideales para climas muy fríos, en los que la calefacción está encendida por muchas horas.

Si no vives en una zona especialmente fría o deseas disminuir los costes de la inversión inicial, puedes instalar una caldera estándar. Estas son más económicas, pero tienen un mayor consumo de gas. Otra opción, intermedia, es instalar una caldera de baja temperatura, que es apenas más cara que la estándar, pero no necesita calentar el agua a temperaturas tan elevadas, por lo que tiene un consumo de gas más reducido.

El precio de las calderas puede variar entre 300 € y 1400 €.

Agua caliente

Si no tienes un calentador o también tienes que instalar un sistema de agua caliente en la vivienda, una buena opción es colocar una caldera que cumpla ambas funciones: alimentar la calefacción y proporcionar agua caliente. Esto implica costes de instalación más bajos que si se instalan ambos sistemas por separado y también un ahorro en el consumo a largo plazo.

Subvenciones

Una forma de abaratar costes es informarse y solicitar una subvención en la comunidad autónoma de pertenencia. Hay diferentes ayudas para la instalación de calefacción de gas natural, ya sea para renovar una parte del sistema o para hacer el pasaje de gas butano o propano a gas natural.

Derechos de suministro

Tanto si se trata de una instalación nueva como de la ampliación de una ya existente, además de los costes de instalación tendrás que tener en cuenta el pago de los derechos de suministro a la empresa distribuidora de gas natural. En primer lugar, puede ser necesario solicitar el enganche a la compañía, lo cual requiere pagar los derechos del alta, que pueden estar entre 72 € y 157 € según las instalaciones y la región de España. En segundo lugar, existen los derechos de acometida, que están relacionados con el consumo anual y pueden costar entre 128 € y 591 €.