La quiropráctica es un tipo de terapia alternativa dirigida a aquellas personas que sufren intensos dolores en la zona de la espalda, frecuentemente lumbares y cuello, y otras molestias a nivel muscular y óseo. 

En primera instancia se realiza un análisis detallado sobre el paciente y sus molestias, con el fin de detectar el problema y proceder a establecer un tratamiento. El objetivo es reducir las molestias del paciente atendiendo a su origen pero de la forma más natural posible, intentando reducir la necesidad de recurrir a la medicación o la cirugía. 

El coste de una consulta quiropráctica ronda aproximadamente los 40 €/sesión, pudiendo oscilar su precio entre los 20 € y 80 €. Dependerá del tipo de dolencia el tratamiento a aplicar, su duración y los recursos a emplear, aunque en el precio pueden influir otros factores como la experiencia del o de la profesional. 

Primera consulta 

La primera consulta para este tipo de terapia alternativa puede ser muy variable. Hay incluso profesionales que la ofrecen gratis, especialmente aquellos que buscan ampliar su número de pacientes. No obstante, profesionales bien consolidados suelen aplicar precios algo más altos a esta primera consulta y reducir el de las siguientes. Dado que el objetivo de esta primera sesión es conocer detalladamente al paciente, detectar la gravedad del asunto y dilucidar su posible tratamiento, suele ser empleado más tiempo que en una sesión de seguimiento, por lo que su coste es comprensiblemente mayor. 

Técnicas

Los métodos destinados a disminuir el dolor pueden ser variados: aplicación de frío y calor, realización de masajes de relajación, corrección postural y ejercicios de rehabilitación, estimulación eléctrica… Estas técnicas pueden verse complementadas además con planes nutricionales o suplementos en la dieta. 

Equipamiento médico

Los recursos, el equipamiento y los materiales a utilizar por la persona especialista en quiropráctica pueden variar según la complejidad de la lesión y el tipo de tratamiento destinado a su cura o mejora, aunque son especialmente usados para el reconocimiento previo del estado del paciente. Equipos de ultrasonido, rayos X, e imagen digital son algunos de los equipos empleados con más frecuencia. Su uso puede ser un factor importante para calcular el precio de las sesiones. 

Duración 

Generalmente, las sesiones tienen una duración de 20 a 30 minutos, con la excepción de la primera, que suele demorar entre 40 y 50 minutos. Es habitual que un tratamiento completo se prolongue entre 2 y 3 meses. Tras ese tiempo se evalúa el avance y se revisan los procedimientos, implementando si fuese necesario diferentes técnicas. Tanto la duración de las sesiones como el tratamiento dependerán, en última instancia, de la gravedad del problema. En algunos casos, es frecuente obtener bonos convenientes o descuentos si la asistencia es muy frecuente. 

Reputación 

Cuando más especializados están los profesionales y más reconocida sea su labor los honorarios tenderán a ser mayores. Es frecuente que en estos casos la disponibilidad de un o una profesional se vea comprometida, por lo que aumentar las tarifas para compensar esa situación suele ser recurrente en estos casos. 

Seguimiento

Una vez finalizado el tratamiento es posible que sea recomendable que el paciente continúe llevando a cabo ciertos cuidados preventivos o visitas esporádicas al centro quiropráctico, aunque el precio de estas últimas suele ser más bajo que en los casos anteriores.