El coste medio de una limpieza facial es de aproximadamente 35 €/sesión, aunque su precio puede oscilar entre 17 y 80 €. Ello dependerá de la técnica de limpieza facial utilizada, la frecuencia con que se recurra al servicio, la ubicación geográfica o los servicios complementarios contratados. 

La limpieza facial se caracteriza por ser parte de una rutina de belleza, estética y salud para el rostro, la cual ha tomado mucho protagonismo en los últimos años. Su objetivo principal es retirar el exceso de suciedad y las impurezas que produce tanto nuestro propio cuerpo como el el uso de maquillaje, el exceso de contaminación del ambiente o el clima. En su mantenimiento pueden influir otros aspectos como la alimentación y el nivel de estrés. 

Optar por una limpieza facial profesional reporta múltiples beneficios, tales como contar con una piel más suave, limpia y sana, lo cual puede influir en la prevención de poros dilatados, arrugas y otras señales del envejecimiento. Además, mejora la absorción de determinados productos cosméticos (cremas, mascarillas, tónicos, etc). Por ello, si realmente deseas experimentar cambios en la salud de tu rostro, sin duda sería recomendable contratar este servicio. 

Técnica

Actualmente, es posible optar por distintos métodos para proceder a la limpieza. Un sistema u otro suele ser seleccionado por el o la profesional dependiendo de cuál crea que es la más conveniente para el tipo de piel en concreto a tratar y los problemas que presenta, aunque a veces los y las clientes y clientas tienen sus preferencias. La más habitual consiste en la aplicación de vapores, cremas desincrustantes y extracción manual de las impurezas, que se complementa con la aplicación de tónicos o mascarillas purificantes. Más avanzados son los peelings ultrasónicos, que eliminan en un gran porcentaje no solamente impurezas y células muertas, sino también algunos tipos de manchas, mediante la aplicación de aceites vitamínicos y láser atérmico. En otras circunstancias se combinan técnicas de dermoabrasión, extracción e infusión de serums. Algunos centros, no obstante, permiten acordar un tipo de limpieza personalizada que combina diferentes tipos de exfoliaciones y tratamientos de microdermoabrasión e hidratación. La elección entre las diversas opciones supondrá un coste más o menos alto por el tratamiento. 

Frecuencia

La regularidad del tratamiento de limpieza de cara dependerá en gran medida del tipo de piel de la persona: cuanto más graso sea el cutis, mayor cantidad de sesiones serán necesarias. Para una piel grasa se recomienda realizar una limpieza facial cada mes y medio, mientras que para un cutis de tipo mixto sería suficiente cada dos o tres meses. La frecuencia se reduce en casos de piel seca, con un carácter mucho más puntual. Cabe destacar que en aquellos casos en los que se necesita realizar el tratamiento de forma periódica, el profesional o centro responsable puede ofrecer al cliente bonos con números de sesiones fijas que suponen un ahorro cierto ahorro, así como posibles descuentos.

Servicios complementarios

Habrá que considerar que el precio de la sesión tenderá a ser más elevado si incluye tratamientos estéticos y de belleza adicionales como masaje facial, hidratación intensiva, depilación, exfoliación corporal, manicura, etc. No obstante, contratar diversos servicios de forma conjunta puede suponer un coste menor al habitual por cada uno de ellos.

Ubicación geográfica 

Dependiendo de la zona en donde se encuentre el cliente o el centro estético, el coste del tratamiento puede verse afectado, lo cual suele producirse ante una alta demanda. De otro lado, si se contrata un o una profesional a domicilio, habrá que tener en cuenta sus gastos por desplazamiento.