Pintar, poner un papel de pared o quitar el gotelé antiguo que ya no está de moda son solo algunas de las alternativas que tienes para renovar el salón de forma rápida y sencilla. Será un gran cambio que le dará otro aire, creando hasta un estilo nuevo.

A la hora de escoger los colores para pintar el salón, puedes optar por tonos claros, pasando del beige al gris o del blanco a los tonos agua. También te puedes atrever a pintar una sola pared de un color llamativo, de esta forma resaltarás la parte del salón que más te interese. Pintura o papel pintado, ambas sirven para jugar con el destaque.

Por otro lado, apostar por el ladrillo visto, recuperar una pared si tienes una casa antigua o incluso colocar un zócalo de madera, son otras alternativas para reformar tu salón.

Puede que no le estés dando la importancia que tiene al suelo de tu salón y es una forma muy efectiva de conseguir un gran cambio. Pulir el mármol que ya está sin brillo, barnizar el parqué o instalar otro tipo de material son algunas de las opciones.

Puedes aprovechar el suelo antiguo de la casa que tapaste con tarima flotante y tener un estilo único o, todo lo contrario, tapar la locería y poner sobre ella un suelo vinílico. Hay muchos modelos, materiales y alternativas para renovar el salón. Busca siempre el que mejor se adapte a la decoración de tu casa, a tu estilo y a tu presupuesto.  

Un salón más grande puede conseguirse con sólo tirar un tabique. Si, por ejemplo, tenemos una habitación que no utilizamos nunca, una buena opción es unirla con el salón. Esta idea se puede extrapolar a otras estancias y ganar en amplitud y funcionalidad. El salón se convertirá en un espacio mayor para la convivencia y el disfrute de toda la familia.

Algunos ejemplos para tener un salón “open space” son: 

• Salón y cocina

Generalmente, este tipo de unión se hace a través de una cocina americana. Es una reforma un poco más cara si en la distribución inicial de la casa no se planteaba esta modificación. Sin embargo, cuando hablamos de una reforma integral, es una de las opciones más utilizadas actualmente para ganar espacio en el salón uniéndolo con la cocina.

• Adiós a la terraza

En muchas ocasiones, una galería o una terraza es un espacio desaprovechado o donde se acumulan infinidad de cosas y objetos que no utilizamos. Ampliar el salón aprovechando la terraza es una muy buena opción para ganar luz y espacio. Además, se trata de una obra bastante sencilla y rápida. Recuerda tener los permisos necesarios para la reforma una vez que das el visto bueno al presupuesto: comunidad de vecinos, ayuntamiento, etc.

• Crear un salón comedor

Si el comedor está en otra estancia, esta es la oportunidad perfecta para unificarlo con el salón. Al tirar una pared, lo importante es crear dos espacios distintos en cuanto a decoración y tonalidades. Puedes poner alfombras, jugar con suelos de madera y de cerámica o pintar una pared. De esta forma, tendrás un salon comedor grande pero bien diferenciado.

Algunos consejos para conseguir un buen salón que se adapte tus necesidades son:

• Pensar en proporción. Te recomendamos elegir muebles o piezas proporcionadas al espacio que tengas. Apuesta por la comodidad y lo simple, siempre es más práctico.
  
• ¿Cuánto tiempo pasas en el salón? Hazte esta pregunta para saber lo que tú y tú salón necesitáis. Si sois una familia grande, si recibís muchas visitas, si sólo estáis en el salón el fin de semana…
  
• ¿Tienes espacio suficiente? Por ejemplo, entre el sofá y la televisión debes tener un espacio mínimo de 2 metros.

Además, hay unas medidas básicas que debes respetar si quieres conseguir un salón acogedor, práctico y en el que funcione la distribución.  

• Zonas de paso. Tienen que ser amplias para dar sensación de espacio. La recomendación es 80 cm como mínimo y 1 metro si existen cajones o muebles con armarios.
• Entre los muebles. Los y las decoradores de interiores aconsejan dejar unos 15 cm entre el sofá y las mesas auxiliares y 1 metro entre la mesa de centro y el sofá para poder sentarse cómodamente y mover las piernas.
• Mesas y sillas. Si tienes un salón comedor, deberás dejar 90 cm detrás de las sillas para moverlas y podrás separar zonas con la trasera de los muebles, por ejemplo, con un sofá.

Según el tipo de salón que tengas, su distribución y decoración serán diferentes.

• Salón cuadrado. La distribución debe ser en diagonal y no en línea, de esta forma tendrás un salón más dinámico y parecerá más grande. En este tipo de salones, un sofá chaise longue o uno combinado con butacas es la apuesta ganadora. Además, si añades una mesa rectangular o una redonda, romperás con la forma de la planta. Estos trucos harán que tu salón sea de revista.
  
• Salón alargado. Si tienes espacio suficiente, puedes enfrentar dos sofás bajo una gran alfombra para unificar las zonas. Si no es así, deberás concentrar todos los muebles y objetos en una sola pared. Los colores claros, diferentes texturas y tonalidades te ayudarán a acercar los muebles entre sí. Olvídate de estanterías que vayan desde el suelo hasta el techo porque estrechan más el espacio.
  
• Salón irregular. Los muebles a medida para los huecos son los mejores aliados para los salones así. Coloca el sofá en la pared más recta para que sea el protagonista. Sácale partido a las irregularidades convirtiéndolas en zonas especiales, por ejemplo, pinta de otro tono si tienes una pared curva.  
  

Además de todo esto, hay que tener claro la ubicación de los radiadores y de las ventanas para decorar el salón. Primero hay que colocar las piezas de más tamaño: el sofá, la mesa de centro y el mueble de la televisión. Después de tener estos elementos en su sitio y el espacio planificado, se puede pasar a organizar los detalles, que dependerán de tu personalidad y estilo. Una librería si tienes muchas revistas y libros, un buen sofá si te gusta ver películas o una buena mesa con sillas si tienes un salón comedor.

Si estás pensando en un cambio total de estilo, el coste de la reforma será más elevado. Tendrás que prescindir de muebles, cortinas, cojines y otros elementos que no tienen nada que ver con la nueva decoración. Por ejemplo, si tu salón era estilo antiguo y ahora estás pensando en pasar a una decoración minimalista, casi o nada de lo que había en la estancia te servirá. En estos casos, lo más recomendable es ponerte en manos de profesionales de la decoración: diseñadores y diseñadoras de interiores, decoradores o decoradores, interioristas… expertos en distribución, colores, texturas y acabados para un salón de película.

Sin embargo, también puedes aprovechar algunos elementos de la decoración actual de tu salón e incorporar pequeños cambios decorativos y de estilo. Últimamente está muy de moda combinar estilos decorativos y esto puede ser un punto en tu favor. Una estantería metálica estilo industrial con una mecedora antigua es una mezcla muy actual. Cambiar las fundas de los cojines o del sofá, las cortinas o simplemente, modificar la distribución del salón. No faltan ideas para dar un giro a tu estancia.

Los estilos decorativos más representativos a día de hoy son:

• Estilo nórdico
• Decoración minimalista
• Decoración rústica moderna
• Estilo industrial
• Estilo decorativo étnico o boho chic
• Decoración wabi sabi
• Decoración mediterránea

Dependiendo del estilo decorativo del salón, la gama cromática cambiará.

• Salón actual: blancos, grises y azul petróleo.
• Estilo clásico: tonos piedra, beiges y grises.
• Salón vintage: tonos claros de verde, azul, gris…

Te recomendamos que hagas una lista con los colores que más te gusten teniendo en cuenta su gama cromática (tonos suaves, medios e intensos de cada color) y te quedes con los que se adapten más a ti y tu estilo. También puedes hacer test o pruebas de color para ver si funcionan entre sí y buscar otros colores complementarios para unificar la decoración. Puedes usar tonos contraste en cojines, cortinas o tapicería. Busca un toque de destaque en tu salón.

También tendrás que tener en cuenta el mobiliario cuando decidas el color de tus paredes. Pero, ¿de qué color son tus muebles?

• Oscuros. Olvídate de los tonos marrones, puedes optar por un beige para potenciar la pieza.
• Claros. Juegas con ventaja. Puedes elegir entre tonos pastel, medios, más intensos...

Lo más recomendable es pintar el salón de la misma gama cromática que el resto de la casa. Normalmente se suelen emplear el gris, alternando tonos claros y oscuros. Cuestión de gustos y estilos.

Un salón debe tener unos muebles base para poder recibir este nombre.

• Sofá. El sofá es una de las piezas clave del salón y tiene que ser cómodo por naturaleza. Además, también tiene que cuidar la estética. El estilo de la pieza tiene que ir en la línea que el resto de mobiliario.
• Mueble para el televisor. Desde una simple mesa, una balda con escuadras, un mueble grande con cajones, un armario, uno bajo, etc. Infinidad de posibilidades.
• Mesa auxiliar. Es esencial y sirve de apoyo. Libros, revistas, el teléfono móvil, una lámpara, un jarrón. Un salón sin mesa auxiliar no es un salón.
• Mesa y sillas. Si tienes un salón comedor, elígelas cómodas y prácticas.

Además de estos básicos, necesitarás algún que otro complemento para la decoración de tu salón. Recuerda que el sentido estético es importante para no sobrecargar el espacio y la personalidad será la guinda sobre el pastel para dar un plus.

• Lámpara de techo. Se puede convertir en un elemento estrella si se elige bien.
• Mecedora o butacón. En un rincón junto con una lámpara para que sea la zona de lectura.
• Una pieza única. Una silla antigua, un escritorio restaurado, una mesa de diseño. Tener un objeto que destaque sobre el resto.
• Plantas. Jarrones con flores, macetas colgantes o grandes junto a las ventanas. La vegetación siempre aporta vida a la estancia.

Apuesta por combinar alfombras, mantas para el sofá y cojines de diferentes tejidos y telas. Siempre bajo el mismo tono de colores o dándole protagonismo a algún elemento.

Con el cambio de estación, te recomendamos variar los tonos. Adapta tu salón dependiendo de la temporada. Los tejidos como el lino son más adecuados para el verano y la lana, para el invierno.

No solo las telas crean texturas. El acabado de las paredes, el suelo, el tacto de un mueble… Presta atención a estos pequeños detalles para que tu salón esté equilibrado.

Las paredes de una casa dicen mucho de quienes las habitan. Las del salón no son menos importantes. A continuación, te damos algunas opciones para decorar las paredes del salón:

• Collage de fotos de recuerdos de viajes, de tu infancia, de amigos...
• Crear una pequeña galería de arte con tus láminas y cuadros de tus artistas favoritos
• Una librería a medida que ocupe toda la pared
• Una pared de cristal para dividir estancias o con texturas para crear efectos (madera, ladrillo, piedra)
• Papel pintado en una sola pared
• Pintar de un color llamativo una única pared del salón
• Una balda para poner cuadros o un jarrón
• Espejos de varios tamaños

Una lámpara de techo o unos focos te servirán para iluminar todo el salón. Si vas a leer o ver la televisión, lo mejor será que enciendas una lámpara de pie junto al sofá. No te puedes olvidar de las lámparas de sobremesa, que se encuentran habitualmente en las mesas auxiliares y sirven de luz ambiental.

La luz natural, siempre que cuentes con ella, será tu aliada cuando quieras aportar amplitud y claridad a tu salón. No la desaproveches y abre siempre las cortinas.

• El orden. Un salón ordenado parece más grande. Concentra la zona de almacenaje junto a la pared y utiliza cajas y cestos para los objetos más pequeños.
• Muebles ligeros. Mesas sin baldas, estanterías simples, pufs...estos elementos restan menos espacio.
• Colores claros. El blanco es tu mejor amigo. Apuesta por muebles lisos y pintura en tonos claros para tener más sensación de espacio. Visualmente ayuda mucho.
• Fuera cortinas. Para sumar metros de salón, deja libre siempre el espacio que haya frente a las ventanas y abre las cortinas. Con este simple gesto, la mirada se dirigirá al exterior y tu salón crecerá.