La secadora es un electrodoméstico que no puede faltar en hogares con climas fríos y húmedos. En días de lluvia o en viviendas situadas cerca del mar, la secadora se convierte en el mejor aliado para tener la ropa a punto. Dependiendo del tipo de secadora que se compre, necesitaremos una instalación más rápida y sencilla u otra más compleja y laboriosa. Sea cual sea, lo más recomendable es que se contrate a un profesional para que se haga cargo de la instalación de la secadora. 

La instalación de una secadora tiene un coste que puede oscilar entre los 25 € y los 280 €, aproximadamente, con un precio promedio de 75 €. Existen algunas variables como el tipo de secadora seleccionada o el lugar donde se quiere instalar, que pueden hacer variar el coste de este servicio. 

Tipo de secadora

Existen muchas dudas cuando se quiere comprar una secadora para casa ya que podemos encontrar tres tipos de secadoras en el mercado: las de condensación, las de evacuación y las de bomba de calor. Cada una de ellas, cuenta con unas peculiaridades que se tendrán en cuenta cuando se trate de calcular el valor de la instalación.

En primer lugar, las secadoras de condensación, calientan el aire mediante resistencias eléctricas el cual pasa por el bombo en forma de aire caliente y húmedo, condensando la humedad y convirtiéndola en agua. Después, el agua cae a una bandeja que hay que ir vaciando periódicamente. Este tipo de secadora es la más usada ya que, en principio, no necesitan desaguar y cuenta con mayor eficiencia energética. 

En segundo lugar estarían las de evacuación que funcionan también mediante resistencias eléctricas pero expulsando la humedad concentrada en la ropa a través de un tubo. Se recomienda colocar el tubo de salida hacia el exterior, por ejemplo, para una ventana. Estas secadoras fueron las primeras que salieron al mercado y necesitan un mantenimiento más exhaustivo que el resto.

Por último encontramos las secadoras con bomba de calor. Este aparato tiene el mismo funcionamiento  que un deshumidificador doméstico y, aunque el coste de compra es más elevado, se compensa gracias a su eficiencia energética. La instalación y el mantenimiento de este aparato es más complejo que las otras secadoras y esto puede alterar el precio. 

Ubicación del electrodoméstico

En ocasiones, el lugar donde se quiere instalar la secadora no es el adecuado y necesita pequeños ajustes como arreglos de obra, de electricidad o de cocina. Este tipo de servicios incrementarían el precio de la instalación añadiendo un extra, por tener que contratar a terceros o por suponer un trabajo mayor para el o la profesional. 

Secadora y lavadora en columna

Las secadoras suelen instalarse en el mismo lugar donde se coloca la lavadora, ya sea en la cocina o en un lavadero, por comodidad del usuario y, también, por facilitar la instalación de ambas. Además, para optimizar el espacio hay personas que optan por poner secadora y lavadora juntas, una encima de otra, en columna. Para saber cómo colocar la secadora encima de la lavadora es conveniente contactar siempre con un profesional especializado. Se tiene que contar con un mueble adaptado con un buen soporte para el peso y con  medidas iguales para ambos electrodomésticos. 

No obstante, este tipo de instalación suele hacerse en las secadoras de evacuación, en las que se sustituye el depósito de agua al conectarse con el desagüe de la lavadora. De esta manera, evitamos tener la responsabilidad de estar constantemente vaciando el depósito del agua de la secadora, olvidándonos completamente de ese pormenor. 

Para este servicio, la empresa o profesional de instalación también tiene que contar con conocimientos de fontanería, que ayudan a la correcta instalación. 

Desplazamientos

Hay profesionales que, además del coste por instalación, cobran el desplazamiento al domicilio como parte del servicio. Dependiendo de la ubicación de la vivienda, el incremento podrá ser de aproximadamente 0.50 €/km, habiendo casos en que solo se comienza a incrementar esta tarifa si el desplazamiento supera los 20 km.

Localidad

Igualmente, un mismo servicio puede tener tarifas diferentes en función del lugar en que se solicita, ya que en zonas urbanas con rentas más altas, los precios son siempre más elevados que en áreas rurales o periféricas.