¿Cuánto cuesta una reparación de frigorífico?

Reparar el frigorífico tiene un coste que varía mucho según el tipo de avería, por lo que puede partir de los 22 €, cobrados generalmente por una intervención mínima, una intervención sin avería o tras el rechazo de un presupuesto, y llegar hasta los 350 €, con un precio medio de 160 € por servicio. Veremos a continuación el tipo de fallas más habituales y otras variables que influyen en el presupuesto final de reparación.

El frigorífico es un electrodoméstico indispensable en toda vivienda, pero su funcionamiento constante, los años de uso y los meses de calor durante el verano pueden provocar fallas en su sistema de funcionamiento que, probablemente, sea necesario solucionar de inmediato.

Precios de una reparación de frigorífico

Factores que influyen en el precio de una reparación de frigorífico

1. Tipo de avería

El tipo de avería que tenga el frigorífico va a influir considerablemente en el precio de la reparación

Bandeja

Los frigoríficos no frost tienen una bandeja en la parte de atrás que sirve para recoger el agua que pierde la nevera, la cual posteriormente se evapora por el mismo calor que produce el motor. En ocasiones, el conducto que va desde el interior del frigorífico hasta la bandeja se obtura por acumulación de hielo o de materiales residuales sólidos, y ello impide el desagüe habitual. Se trata de una falla muy fácil y económica de solucionar si la detectas a tiempo, pero que puede traer graves complicaciones si se deja sin atender. 

Pérdida de gas

Esta una de las averías más habituales en frigoríficos domésticos. Todas las neveras y congeladores utilizan un gas para refrigerar, pero con el tiempo y el uso pueden aparecer pequeñas o grandes fugas, lo que puede hacer que la nevera deje de enfriar con normalidad. Esta falla muchas veces es irreparable, pero en algunos casos es posible detectar dónde está la fuga, arreglarla y realizar una carga de gas. El valor aproximado de la carga es de 150 €.

Obstrucción de hielo

Esta es otra falla muy común en la reparación de frigoríficos. La acumulación de hielo se puede dar por muchos motivos y es necesario atenderla lo antes posible. Si solo se trata de quitar el hielo, los costes de reparación son relativamente bajos y probablemente estén por debajo de los 80 €. Ahora bien, en algunos casos el hielo daña resistencias, el termostato o incluso parte del circuito eléctrico, y si es necesario reparar o reemplazar otras piezas, los costes de reparación pueden subir hasta cuatro o cinco veces más.

Falla del motor

Si bien no es una avería muy habitual, lo más probable es que si falla el motor este se tenga que reemplazar por completo. El precio de un motor nuevo puede variar según la marca y el modelo del frigorífico, pero, de forma orientativa, un motor mediano para una nevera estándar puede estar cerca de los 300 €.

2. Marca y modelo del frigorífico

El precio de una reparación puede variar significativamente en función de la marca y el modelo del frigorífico. Las marcas de gama alta como Siemens, Liebherr, Bosch o Samsung suelen tener componentes más sofisticados y costosos, lo que puede encarecer tanto los repuestos como el servicio técnico necesario. Además, los modelos integrables o con tecnología avanzada requieren más tiempo y precisión en su desmontaje y reparación. Por otro lado, si se trata de un frigorífico antiguo o descatalogado, es posible que los repuestos ya no estén disponibles fácilmente, lo que puede aumentar los plazos y los costes.

3. Coste de mano de obra

La mano de obra es un factor determinante en el precio final de la reparación. Los técnicos suelen cobrar entre 25 € y 50 € por hora, dependiendo de su experiencia, la zona geográfica y la complejidad de la intervención. Muchos profesionales también aplican una tarifa mínima por diagnóstico o visita, que puede oscilar entre 30 € y 50 €, incluso si no se realiza finalmente la reparación. Estos costes pueden variar entre técnicos independientes y servicios oficiales, siendo estos últimos habitualmente más caros.

4. Desplazamientos

El lugar donde se encuentra el frigorífico influye en el precio, ya que el técnico puede aplicar un cargo adicional por desplazamiento. En zonas urbanas, a menudo este coste está incluido en la tarifa mínima, pero en localidades alejadas o rurales es habitual que se cobre un suplemento por kilometraje. Este importe puede rondar entre 10 € y 30 €, dependiendo de la distancia recorrida. Por eso, contar con un técnico local puede ayudar a reducir este gasto.

5. Disponibilidad de repuestos

La rapidez y el coste de la reparación también dependen de si el repuesto necesario está disponible. Si la pieza está en stock, el arreglo puede realizarse en el mismo día o en pocos días. Sin embargo, si se trata de una pieza poco común, importada o de un modelo antiguo, puede tardar más en llegar y su precio puede ser más elevado. En estos casos, el tiempo de espera se alarga y la reparación puede ser menos rentable.

6. Servicio de urgencia

Además del tipo de avería, también puede incidir en el coste de reparación del frigorífico la urgencia con que la necesites. Generalmente, los problemas aparecen durante los meses de verano, que es cuando más energía gastan y más se usan los frigoríficos, siendo también el momento en que las empresas y profesionales que se dedican a la reparación de frigoríficos están más ocupados. Por ello, si no pueden atenderte cuando lo deseas y tienes que esperar unos días, probablemente puedas contratar un servicio de urgencias con un coste adicional, aunque esto dependerá de la empresa o profesional en cuestión. 

7. Garantía y seguro

Antes de asumir el coste de la reparación, conviene comprobar si el frigorífico está aún dentro del período de garantía del fabricante, que suele ser de dos años. También es posible que tu seguro del hogar incluya la cobertura de averías en electrodomésticos. En ambos casos, parte o la totalidad del coste de la reparación podría estar cubierta, aunque es fundamental revisar las condiciones, ya que no todas las averías ni piezas están incluidas en estas pólizas. Consultar con el servicio de atención al cliente del fabricante o de la aseguradora puede ayudarte a evitar gastos innecesarios.