Si estás comenzando una empresa o tienes una en funcionamiento, ya sea grande o pequeña, pero todavía no vendes tus productos o servicios a través de una página web, probablemente ya sea el momento de hacerlo. Esta modalidad de ventas está en permanente auge desde hace varios años y resulta cada vez más importante para asegurar una presencia en el mercado.

Lo mejor para poner tu tienda en línea es una página web e-commerce. Este tipo de sitio permite cargar los productos y exhibir diferentes fotos para que la clientela pueda hacerse una idea acertada y completa del producto sin tener que verlo personalmente; además, habilita las compras por internet con diferentes formas de pago y posibilita los anuncios de ofertas y descuentos. Un diseño web e-commerce tiene un coste promedio de 750 €, pero el precio puede variar entre los 350 € y 4900 € según una serie de factores, como la originalidad del diseño, la cantidad de productos o las funciones de la página.

Diseño

Puedes optar por diseños sumamente convencionales o inclinarte por otros más creativos y originales. Estos últimos probablemente tengan un mayor coste, ya que por lo general demandan más horas de trabajo. Ahora bien, lo diferente atrae a primera vista, llama la atención de quienes visitan el sitio y potencia el posterior recuerdo, pero es fundamental que la página web siga siendo funcional y de navegación intuitiva, por lo que un equilibrio entre convencionalidad y originalidad puede ser una buena opción.

Cantidad de productos o servicios

La cantidad de productos o servicios y de fotografías incluidas para cada uno tiene un gran impacto en las horas trabajadas, ya que no es lo mismo cargar 20 productos que 4000. En muchos casos, la página se ofrece vacía y la empresa va cargando los productos a medida que lo va necesitando. 

Por otro lado, hay diseñadores y diseñadoras que ofrecen también servicios de fotografía o filmación, por lo que, si así lo requieres, pueden entregarte la página lista para ser utilizada. Evidentemente, la realización de estas tareas impactará en el coste final, especialmente si se requiere de una actualización frecuente de la oferta.

Funciones

La complejidad de una web e-commerce, más que por la cantidad de productos, se mide por las funciones, es decir, la cantidad de cosas que se pueden hacer dentro de la página, como escoger una talla, un color, seleccionar una modalidad de pago, aplicar descuentos de forma automática o calcular el coste de envío según la región, entre otras. Ofrecer estas opciones aumentará la calidad de tu sitio online, pero programarlas demandará más trabajo, por lo que tendrá incidencia en el coste final.  

Mantenimiento

Hay diseñadores y diseñadoras que ofrecen un servicio de mantenimiento de la página. Pueden cobrar una tarifa inicial para diseñar el sitio web y luego una tarifa de mantenimiento, que puede ser por hora o fija, para actualizar el diseño periódicamente o cargar nuevos productos. Esto podrá pactarse en el momento de la contratación o decidirse más adelante. 

Recomendaciones

Siempre habrá profesionales con mayor reconocimiento o con una amplia trayectoria, pero que tienen un estilo que no va con el tuyo o con el de tu empresa. Por ello, además de leer los comentarios de otros clientes y clientas, puedes consultar los trabajos de diseño anteriores para ver si se aproximan a lo que estás buscando.

Una vez hayas escogido a la persona indicada, asegúrate de expresar de forma clara y precisa lo que quieres en tu web e-commerce. También puedes escuchar sus sugerencias y recomendaciones, especialmente respecto a las funciones y al ordenamiento de la página, ya que probablemente sea conveniente aprovechar sus conocimientos y experiencia profesional. No obstante, recuerda que se trata de tu tienda online y eres tú quien debe quedar conforme con el diseño de la web.