Cada vez más personas están interesadas en la construcción de invernaderos para poder cultivar distintas variedades de plantas durante todo el año. Estas estructuras se realizan en diferentes formas y tamaños, por lo que se adaptan tanto a tus condiciones espaciales como a tu presupuesto. El rango de precios para la construcción de un invernadero es de 16 €/m2 a 120 €/m2, con un promedio de 48 €/m2. Las variaciones en el precio pueden deberse a distintos factores, que analizaremos a continuación con más detalle.

Dimensiones

Como es de esperar, el tamaño del invernadero es un factor fundamental para calcular el coste. La altura mínima habitual para que una persona adulta pueda circular en el interior con normalidad es de 2 m, pero los hay más altos. Las medidas de ancho y largo para un invernadero familiar, por ejemplo, pueden ser de 4 x 5 m, aunque existen pequeños invernaderos de 2 x 2 m. Por otro lado, si tienes intenciones de comercializar los productos del invernadero, tendrás que pensar en algo bastante más grande.

Tipo de invernadero

Todos los invernaderos consisten en espacios cerrados conformados por una estructura firme y una cubierta transparente que permite la entrada de luz solar, con el fin de resguardar las plantas de las inclemencias del clima, tales como viento, heladas, granizo o fuertes lluvias. Sin embargo, no todas las estructuras tienen la misma forma.

Probablemente, los más habituales son los invernaderos de túnel, que están conformados por una estructura de arcos dispuestos de manera que crean precisamente este efecto, sobre la que se coloca la lona transparente. Este formato no acumula el agua de lluvia, es fácil de montar y puede trasladarse si fuese necesario. Su única desventaja es que no son tan estéticos como otros formatos. De forma orientativa, su precio puede oscilar entre 16 €/m2 y 28 €/m2.

Otro tipo de invernadero muy utilizado es el que tiene un techo de dos aguas, también llamado de capilla. El revestimiento en estos casos puede ser flexible o consistir en láminas rígidas, de PVC o de cristal, lo que resulta mucho más estético. Estas estructuras también son fáciles de construir y no acumulan agua, siendo su inconveniente que, por lo general, son más costosas que la de los invernaderos de túnel. En comparación, el precio medio de este modelo se sitúa en los 70 €/m2. 

Materiales de la estructura

La calidad de los materiales utilizados es también esencial para calcular el coste final. Para la estructura se suelen emplear materiales económicos, como la madera o el PVC. Si se prefiere optar por algo más estable o duradero se puede utilizar aluminio o acero, aunque en estos casos el precio del material se puede duplicar o incluso triplicar. En este sentido, los valores oscilan entre 10 y 30 €/m2. 

Materiales de la cubierta

Para la cubierta se pueden utilizar plásticos flexibles y muy económicos, como el PVC o el polietileno, o un plástico rígido y un poco más costoso como el policarbonato. Si no tienes limitaciones de presupuesto, la opción ideal es el vidrio: es muy duradero, no se deteriora y permite la entrada de luz mejor que cualquier otro material; en contrapartida, puede costar entre cuatro y cinco veces más que el plástico. El valor de los materiales de la cubierta varia entre 1 y 30 €/m2. 

Equipamientos

Además de las cuestiones estructurales, es probable que necesites instalar aparatos o cierto equipamiento para el buen funcionamiento del invernadero, que tendrán un coste adicional.

Muchas personas optan por incluir un sistema de riego automático. Lo más económico en estos casos es instalar aspersores, pero el riego por goteo consume menos agua y no suele ser mucho más caro, por lo que es una muy buena opción. Su coste medio puede situarse en 4 €/m2, aunque puede variar entre 2 y 8 €/m2. Los sistemas de tubos de riego subterráneo también consumen poca agua, pero su instalación puede costar hasta tres veces más que el riego por goteo, partiendo de un coste de 150 €, aproximadamente.

Además, puedes requerir otros elementos adicionales según las funcionalidades que quieras integrar, tales como: pantallas térmicas y equipos de control de la temperatura, colectores de agua, sensores que midan el nivel de humedad y ventiladores homogeneizadores, utilizados por lo general en invernaderos muy grandes.